El karate tuvo su origen en Okinawa, hace más de 1000 años. Aunque podemos encontrar evidencias históricas que demuestran este hecho, no se dispone de registros que lo puedan avalar. De acuerdo con los datos recopilados por O´Sensei Shoshin Nagamine lo primero que se desarrolló en Okinawa fue la práctica del “TE” (manos) que logró sobrevivir a la prohibición de utilizar armas y a la práctica de artes marciales impuesta durante más de 300 años en Okinawa; las prácticas se llevaban a cabo de manera oculta y secreta.
Recién en el siglo XVII y comienzos del XVIII el arte del karate empezó a tomar forma gracias a la unión de “TE” con los sistemas chinos de autodefensa, también transmitidos a través de la tradición oral y la enseñanza personal.
El karate así concebido gradualmente fue dividiéndose en dos grandes grupos: Shorin-ryu o Shuri-te (practicado en las proximidades de Shuri y Tomari) y Shorei-ryu o Naha-te (practicado en las proximidades de Naha). Las diferencias fundamentales entre estos dos grupos radican en los movimientos básicos y el método de respiración. En nuestra escuela se practica el Shorin-ryu Matsubayashi o Matsubayashi-ryu (creado por O´Sensei Shoshin Nagamine).